Microrrelato

Ay no Juan, mirá esa persona, ¡qué horror su apariencia! -espetaba ella señalándola con el dedo indice.

Esa costumbre tuya de estar señalando con el dedo. ¿qué te ha hecho?

¡Ay dejáme, yo veré! ¿además, qué problema hay con eso?

Simplemente una cosa: cuando señalas con el dedo índice, los tres dedos restantes te señalan a ti. Adiós. Me voy.

¡Hasta la próxima!

Sebastián Rico  

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